En el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, es crucial reflexionar sobre cómo la innovación tecnológica, los nuevos materiales, la globalización, los cambios demográficos, el cambio climático, la evolución económica y social, están transformando nuestras vidas y condiciones laborales e impactando directamente en la seguridad y salud de las personas trabajadoras en todo el mundo.
Miles de científicos en la materia coinciden en que estos desafíos suponen la mayor amenaza para el ser humano en las próximas décadas. Por tanto, es inevitable abordar el reto desde una perspectiva global, no solamente promoviendo buenas prácticas laborales para proteger la salud de las personas en el ámbito laboral e implementando cuantas medidas de seguridad sean necesarias, sino también, impulsando la sostenibilidad de nuestros procesos, reduciendo la huella ambiental y minimizando el impacto sobre el planeta.
Es esencial reconocer estos desafíos para adaptar las políticas sanitarias actuales y tomar medidas concretas. Esto implica identificar los riesgos emergentes y analizarlos con perspectiva, para anticiparnos a los cambios que podrían influir en la seguridad y la salud de los trabajadores (Observatorio Europeo de Riesgos de la EU-OSHA), involucrando directamente a los profesionales dedicados a la salud laboral, y en particular a la enfermería del trabajo, que necesariamente ha de contribuir a un mayor conocimiento y mejor abordaje de estos nuevos retos.
Al mismo tiempo, debemos abogar por políticas y acciones a nivel global que aborden las causas fundamentales del cambio climático y promuevan una transición justa hacia una economía más verde. Sólo mediante la colaboración y el compromiso colectivo podemos crear un futuro laboral más seguro, saludable y sostenible para todos.
La Enfermería del Trabajo como pilar fundamental en la gestión de la salud de las personas, empresas y organizaciones, constituye una pieza angular en la integración entre la actividad productiva y la sostenibilidad. La responsabilidad profesional para y con las personas, así como el conocimiento de la influencia del entorno y medioambiente sobre la salud, nos convierte en el valor añadido de las organizaciones para trazar su transición. Crear entornos saludables será una cuestión clave para desarrollar ambientes que fomenten la salud y la resiliencia a nivel individual, comunitario y global, favoreciendo esta adaptación tan necesaria.
Junta Directiva AET